"Situación geográfica de Gofa.
Presenta dificultades insolubles. Los hechos de expansión y contracción política, económica, cultural a que ha estado sometida esta civilización -como todas- en el discurrir de su historia producen el fenómeno de amiba cartográfica. Gofa se mueve, crece, se achica como una almeja. En su apogeo, Gofa medró desde la parte septentrional de los bosques blancos de Siramandia hasta las selvas meridionales de la Malazaca oriental; bajo la acometida de los bárbaros tortorodos, después de la batalla de Jamelga, Gofa se redujo al carruaje sagrado tirado por mandriles que los monjes errantes y salvajes escondieron en las montañas de Mondoroba. Puede, sin embargo, hablarse de regularidades, de rasgos característicos, de todo aquello que constituye el sustrato -costumbres de todo tipo, religión, etcétera- cohesivo de una civilización. Considerada bajo este capítulo Gofa está donde están los gofos. Pero en Gofa se articularon más de treinta lenguas, se practicaron incontables religiones -se ha dicho que no hay realidad que no haya sido venerada en Gofa- y las costumbres, en una sola ciudad, podían ser casa por casa enteramente diferentes. ¿Dónde está Gofa?"
Vaya este fragmento de Cuadernos de Gofa, de Hugo Hiriart, como obsequio pascual para quien sabe lo que sabe.