jueves, octubre 30, 2003

Signos extraños hurta la memoria,
para una muda y condenada historia,
y acaricia las huellas
como si oculta obcecación lograra,
a fuerza de tallar la sombra avara
recuperar estrellas.

--Jorge Cuesta

sábado, octubre 25, 2003

Traducir a John Taggart
Generalmente el traductor de poesía tiene que elegir entre privilegiar el sonido-forma o el sentido, pero cada elección solo tiene un efecto de corto alcance. En el caso de Taggart, la elección de cada término y de cada frase de la traducción tiene implicaciones que afectan a todo el poema. Esto se debe a que sus poemas está contruídos en base al principio de repetición. En un poema "normal", un error se puede subsanar en la siguiente línea; además, para aquellas palabras o frases para las que no se encuentra un equivalente palabra-por-palabra, siempre queda el recurso de la paráfrasis. En Taggart la paráfrasis no es una opción porque debido a la ya mencionada repetición de las frases en el texto, la forma parafrástica suplantaría durante todo el texto a la versión más literal, y no quedaría ningún vínculo, además del sentido, entre el poema original y su traducción.

lunes, octubre 20, 2003

Cada día peor la poesía publicada en Letras libres. En su número de octubre aparece un "poema" de Adolfo Castañón donde la única poesía es la invocada a partir del nombre de José Kozer. ¿Cuándo se enterará ese gris hombre de letras que escribir-sobre-todo no es igual a saber-escribir-de-todo? O, en otras palabras, que al árbitro no se le permite meter goles, ni siquiera autogoles, pues hasta para eso se requeriría de algún talento, o por lo menos gracia, ¿pero quién se atreverá a expulsar al árbitro? Y además, ¿a quien le importa un juego donde el único público son los propios jugadores, y peor, los de la banca?
El próximo viernes 24 la uacj entregará su premio de literatura anual (El Fuentes Mares). No es un secreto que la universidad se ha servido -o ha tratado de servirse-del prestigio de escritores conocidos para darle algún valor a su premio: es obvio que no lo ha conseguido. Esta ocasión habría motivos para sentirse optimista; con un excelente libro concursando, la universidad tiene la oportunidad de darle credibilidad a su premio; por desgracia, lo más probable es que el jurado, presidido por un poeta que aspira a que todo en este mundo, incluida la poesía (hay que admitir que lo ha conseguido con la suya) sea biodegradable, decida premiar el insulso libro -como toda su obra- de un mediocre poeta mexicano muy conocido y apreciado por los burócratas de la cultura -¿tendrá algo que ver su apellido? Me gustaría equivocarme, en cuyo caso reconocería públicamente la rectitud y el buen juicio poético (al menos valorando la obra de otros) del presijurado ecopoeta.
Que un día, a la salida de esta enconada visión,
mi canto de júbilo y gloria ascienda a los ángeles que están conformes.]
Que de los martillos del corazón, de claro batir,
ninguno fracase en cuerdas flojas, dubitantes
o que se rompen. Que el flujo de mi semblante
me haga más luminoso; que el llanto imperceptible]
florezca. Oh, entonces, cuán queridas, noches, serán para mí,]
noches de aflicción...

-Rilke