miércoles, abril 16, 2003

Sobre una nota de Heriberto Yépez.
En un comentario del 15 de abril, a propósito de la lectura de un libro de Natalio Hernández, Heriberto Yépez señala, con mucho tino, me parece, una de las fallas de los que él clasifica como “poetas mestizos”: el olvido de la “dimensión ética del acto verbal”. Enseguida añade: “hemos olvidado que el texto es una resonancia de la cultura en que se produce." Totalmente de acuerdo con lo primero; sin embargo, habría que precisar en qué consiste dicha dimensión ética. Pienso, ante todo, que se trata de la vinculación que establece el individuo con su comunidad de hablantes. Un lenguaje poético, una escritura que se aísla, aunque sea de manera ilusoria, rompe ese vínculo ético –aunque no el lingüístico--. El componente ético, pues, reside en la conciencia que el hablante tiene del vínculo. En cuanto a la idea del texto como resonancia, propondría que se trata más bien de una disonancia (en música, una disonancia la produce o constituye una nota que, dentro de un determinado sistema de afinación, no está orientada a “resolver” una tensión dentro del sistema.) De la misma manera, la resonancia de la cultura en la poesía, contradice la idea que la cultura tiene de sí. No alivia la tensión, disuena. Si una de las características del lenguaje poético -- y del arte en general-- es introducir una desviación en la norma que ayude a desautomatizar el sistema –el de la lengua, en este caso--, el compromiso ético del artista es asegurarse de que tal desviación se verifique; para lograrlo necesita hacer visible el vínculo social, despojarlo del aspecto ideológico que lo hace pasar como naturaleza, es decir, necesita cuestionar su mera función comunicativa, su carácter pragmático o convencional. Difícil hacerlo dentro de una lengua dominante, que tiene de su lado las instituciones, tanto las explícitamente políticas como las culturales y académicas, además de la tradición. La buena conciencia es apolítica... Paradójica resulta entonces la relación del poeta con su comunidad, el vínculo que establece con ella suspende la legalidad del vincular mismo, de ahí el elemento subversivo de arte.

No hay comentarios.: