opus 110, opus 111, opus 131, opus 133, opus 135...
Muss es sein?
Es muss sein!
jueves, diciembre 16, 2004
miércoles, noviembre 24, 2004
23 de noviembre de 2004, aniversario 84 del nacimiento de Paul Celan, y
"quedan aún canciones por cantar..."
"quedan aún canciones por cantar..."
miércoles, noviembre 17, 2004
monstruos
La única lengua materna que los humanos compartimos es el balbuceo. En ese sentido, el dadaísmo es el movimiento poético más universal que ha existido: en él caben desde el protoindoeuropeo hasta las lenguas amerindias. El esperanto, esa monstruosa criatura decimonónica, nunca será balbuceado, tal como su contemporáneo Frankestein nunca será producto de un parto, por avanzada que esté la ingeniería genética... Frankestein, no obstante, sí podría balbucear esperanto.
La única lengua materna que los humanos compartimos es el balbuceo. En ese sentido, el dadaísmo es el movimiento poético más universal que ha existido: en él caben desde el protoindoeuropeo hasta las lenguas amerindias. El esperanto, esa monstruosa criatura decimonónica, nunca será balbuceado, tal como su contemporáneo Frankestein nunca será producto de un parto, por avanzada que esté la ingeniería genética... Frankestein, no obstante, sí podría balbucear esperanto.
How many pounds can you lift?
Ezra Pound en, "El arte de la poesía" fantasea sobre la posibilidad de una armonía, en el sentido musical, en el poema: una especie de resonancia que se transmitiría de un verso a otro gracias a la habilidad del poeta para manejar los sonidos de la lengua. Pound no se engañaba y sabía que el empleo del término armonía referido a la lírica, era sólo una metáfora. En nuestros días, resulta casi enternecedor escuchar las grabaciones donde Pound "canta" sus poemas.
Hasta ahora, el empleo de términos musicales para explicar ciertos fenómenos literarios ha servido sobretodo para exhibir algunas limitaciones de la literatura con respecto a otras artes. La ya citada armonía de Pound o la tan aquiallatraída polifonía de Bajtín en los estudios literarios, resultan de una burdeza lastimosa cuando se las coteja con la precisión con que esos conceptos se aplican en la música, tanto en su fase de producción como en la de su estudio. La diferencia es que en música, armonía y polifonía no son sólo conceptos sino que están ligadas a técnicas específicas de composición como el contrapunto, o a fenómenos acústicos como la serie de los armónicos.
Los compositores que han empleado textos de manera estrictamente polifónica, desde Guillaume de Machaut hasta Ligeti, en tanto que pertenecen a un campo artístico, y por lo tanto obedecen y violan en cada obra, hasta donde su genio les permite -y ciertamente en eso son privilegiados-, las convenciones de dicho campo, han impuesto la racionalidad de la música a los textos. En la ópera, oratorios, misas, canciones, hay polifonía musical pero no textual porque en realidad no importa que el que escucha entienda el mensaje sino que se deje conducir por el canto, es decir, por lo puramente sonoro, así se trate de la más disonante de las óperas contemporáneas. Al auditorio no le importa que no se entienda el mensaje textual, mientras exista una racionalidad, en este caso la de la música.
En sentido estricto, la etimología de "texto" como 'tejido' es inadecuada para referirse al discurso: no hay ningún tejido sino un solo hilo (doblemente articulado, si se quiere) que se prolonga como sucesión. La limitación no viene de la parte sonora, sino de parte del significado: al parecer, la mente humana sólo puede manejar una línea de significado por unidad de tiempo.
Por todo lo anterior, libros como Their Ambiguity de Joshua Clover, o Lawless de Jen Hofer, que consisten en poemas de dos o tres voces simultáneas, constituyen verdaderos desafíos para el lector/auditor de poesía. La superposición de líneas exige al lector que reconstruya el texto en su cabeza a partir de la lectura de las dos o tres cadenas discursivas de los poemas. Una lectura en voz alta por una sola voz es imposible. Por otro lado, la lectura en voz alta por parte de más de una voz le impone al auditor el dilema de tener que elegir: una sola a un tiempo, si se quiere entender algún mensaje. Claro que el auditor puede abandonarse a la nube de sonidos y despreocuparse por entender, pero eso precisamente pone en crisis la supuesta racionalidad del lenguaje poético. Y es finalmente esa puesta en crisis del discurso poético, lo que la polifonía de los trabajos de Hofer o Clover consiguen. La imposible polifonía literaria muestra la precariedad de la lengua como medio de comunicación. La expresión, por su parte, sigue intacta, pues allí no importa entender.
Ezra Pound en, "El arte de la poesía" fantasea sobre la posibilidad de una armonía, en el sentido musical, en el poema: una especie de resonancia que se transmitiría de un verso a otro gracias a la habilidad del poeta para manejar los sonidos de la lengua. Pound no se engañaba y sabía que el empleo del término armonía referido a la lírica, era sólo una metáfora. En nuestros días, resulta casi enternecedor escuchar las grabaciones donde Pound "canta" sus poemas.
Hasta ahora, el empleo de términos musicales para explicar ciertos fenómenos literarios ha servido sobretodo para exhibir algunas limitaciones de la literatura con respecto a otras artes. La ya citada armonía de Pound o la tan aquiallatraída polifonía de Bajtín en los estudios literarios, resultan de una burdeza lastimosa cuando se las coteja con la precisión con que esos conceptos se aplican en la música, tanto en su fase de producción como en la de su estudio. La diferencia es que en música, armonía y polifonía no son sólo conceptos sino que están ligadas a técnicas específicas de composición como el contrapunto, o a fenómenos acústicos como la serie de los armónicos.
Los compositores que han empleado textos de manera estrictamente polifónica, desde Guillaume de Machaut hasta Ligeti, en tanto que pertenecen a un campo artístico, y por lo tanto obedecen y violan en cada obra, hasta donde su genio les permite -y ciertamente en eso son privilegiados-, las convenciones de dicho campo, han impuesto la racionalidad de la música a los textos. En la ópera, oratorios, misas, canciones, hay polifonía musical pero no textual porque en realidad no importa que el que escucha entienda el mensaje sino que se deje conducir por el canto, es decir, por lo puramente sonoro, así se trate de la más disonante de las óperas contemporáneas. Al auditorio no le importa que no se entienda el mensaje textual, mientras exista una racionalidad, en este caso la de la música.
En sentido estricto, la etimología de "texto" como 'tejido' es inadecuada para referirse al discurso: no hay ningún tejido sino un solo hilo (doblemente articulado, si se quiere) que se prolonga como sucesión. La limitación no viene de la parte sonora, sino de parte del significado: al parecer, la mente humana sólo puede manejar una línea de significado por unidad de tiempo.
Por todo lo anterior, libros como Their Ambiguity de Joshua Clover, o Lawless de Jen Hofer, que consisten en poemas de dos o tres voces simultáneas, constituyen verdaderos desafíos para el lector/auditor de poesía. La superposición de líneas exige al lector que reconstruya el texto en su cabeza a partir de la lectura de las dos o tres cadenas discursivas de los poemas. Una lectura en voz alta por una sola voz es imposible. Por otro lado, la lectura en voz alta por parte de más de una voz le impone al auditor el dilema de tener que elegir: una sola a un tiempo, si se quiere entender algún mensaje. Claro que el auditor puede abandonarse a la nube de sonidos y despreocuparse por entender, pero eso precisamente pone en crisis la supuesta racionalidad del lenguaje poético. Y es finalmente esa puesta en crisis del discurso poético, lo que la polifonía de los trabajos de Hofer o Clover consiguen. La imposible polifonía literaria muestra la precariedad de la lengua como medio de comunicación. La expresión, por su parte, sigue intacta, pues allí no importa entender.
lunes, noviembre 15, 2004
El carácter enigmático de la música se desprende de la manera en que en ella coexisten la absoluta seriedad con lo puramente lúdico; y con mucha frecuencia no es posible distiguir entre ambos.
El humor de Adrian Leverkunh, por ejemplo, en Las maravillas del gran todo, es desconcertante porque el personaje habla como si hubiera estado al lado del presunto dios en el momento de la creación, sólo que, a diferencia del autonombrado creador del mundo (tal es su tarjeta de presentación en los llamados textos sagrados), el músico es un holgazán, aunque se le asemeja por el hecho de que conoce "el secreto de... (la) infantil mecánica" que mueve los mundos. Adrián hace de la esterilidad una virtud e incluso cuando crea parece sólo hacerlo para burlarse de la idea de creación.
Stravisnky, cuando mata a su títere enamorado en Petrushka, no deja de reírse musicalmente de su malogrado muñeco. Lo trágico no es la muerte del aspirante a heroecito, sino la imposibilidad de parar de reír.
El humor de Adrian Leverkunh, por ejemplo, en Las maravillas del gran todo, es desconcertante porque el personaje habla como si hubiera estado al lado del presunto dios en el momento de la creación, sólo que, a diferencia del autonombrado creador del mundo (tal es su tarjeta de presentación en los llamados textos sagrados), el músico es un holgazán, aunque se le asemeja por el hecho de que conoce "el secreto de... (la) infantil mecánica" que mueve los mundos. Adrián hace de la esterilidad una virtud e incluso cuando crea parece sólo hacerlo para burlarse de la idea de creación.
Stravisnky, cuando mata a su títere enamorado en Petrushka, no deja de reírse musicalmente de su malogrado muñeco. Lo trágico no es la muerte del aspirante a heroecito, sino la imposibilidad de parar de reír.
miércoles, octubre 13, 2004
Farewell Derrida
Farewell ida
Derr(u)ida (v)ida
ida
para siempre?
par(t) ida
Farewell ida
Derr(u)ida (v)ida
ida
para siempre?
par(t) ida
miércoles, septiembre 29, 2004
De tanto que me gustó contar hacia atrás, creo que casi olvido cómo contar hacia adelante. Será que mi módulo numérico cerebral también es desconstruccionista? (ja, una base fisio-matemática para justificar mi gusto por Derrida.)
Además, quién quiere construir? Toda construcción, por magnífica que sea, decansa sobre las ruinas de la posibilidad; lo que no llegó a ser, sepultado debajo de esas ruinas, otorga su brillo a lo construido: irradia. Ir, entonces, hacia la imposible fuente.
Además, quién quiere construir? Toda construcción, por magnífica que sea, decansa sobre las ruinas de la posibilidad; lo que no llegó a ser, sepultado debajo de esas ruinas, otorga su brillo a lo construido: irradia. Ir, entonces, hacia la imposible fuente.
viernes, septiembre 10, 2004
El mundo me defraudaría si no me deparara, al menos, una decepción diaria; sin motivo de queja: los recientes han sido pródigos.
jueves, septiembre 09, 2004
"...si uno (un ángel) me llevara junto a su corazón , yo perecería por su existir más potente; porque lo bello no es sino el comienzo de lo terrible, justo lo que todavía podemos soportar."
--Rilke
Qué gratuita y desbordante felicidad puede provocar un encuentro con alguien que, emergido del reino de los muertos, aparece en toda su radiante (casi insoportable) concretud.
--Rilke
Qué gratuita y desbordante felicidad puede provocar un encuentro con alguien que, emergido del reino de los muertos, aparece en toda su radiante (casi insoportable) concretud.
viernes, agosto 06, 2004
Y sin embargo se mueve...
--Galileo
Conozco a Arturo Ramírez Lara desde hace cinco agnos. Además, tuve el privilegio de tenerlo como alumno en una de mis clases de poesía, donde constaté lo que era bien conocido por condiscípulos y maestros en la licenciatura en letras donde estudió: su amor por la literatura (la poesía de Lorca, Huidobro o Vallejo, por ejemplo), su aguda inteligencia, su beligerante actitud crítica (no importa qué tan sagrada fuera la vaca literaria en cuestión) y su corrosivo sentido del humor. Ya como colega, pude apreciar su auténtico interés por el mejoramiento de las habilidades de los estudiantes en lo que respecta a la clase; asismismo, su preocupación por actualizarse como profesor y su profesionalismo en el cumplimiento de sus labores. Finalmente, tuve la oportunidad de ver su desarrollo como investigador gracias a las ponencias que presentó en un par de congresos internacionales de literatura. De las fiestas ni hablaré... por todo ello, le reitero públicamente mi amistad.
-Port
--Galileo
Conozco a Arturo Ramírez Lara desde hace cinco agnos. Además, tuve el privilegio de tenerlo como alumno en una de mis clases de poesía, donde constaté lo que era bien conocido por condiscípulos y maestros en la licenciatura en letras donde estudió: su amor por la literatura (la poesía de Lorca, Huidobro o Vallejo, por ejemplo), su aguda inteligencia, su beligerante actitud crítica (no importa qué tan sagrada fuera la vaca literaria en cuestión) y su corrosivo sentido del humor. Ya como colega, pude apreciar su auténtico interés por el mejoramiento de las habilidades de los estudiantes en lo que respecta a la clase; asismismo, su preocupación por actualizarse como profesor y su profesionalismo en el cumplimiento de sus labores. Finalmente, tuve la oportunidad de ver su desarrollo como investigador gracias a las ponencias que presentó en un par de congresos internacionales de literatura. De las fiestas ni hablaré... por todo ello, le reitero públicamente mi amistad.
-Port
jueves, agosto 05, 2004
Debido al éxito obtenido, estoy pensando subastar, por una noche, mi fuete, con sesión de uso incluida, ?alguien se anima? (los que me vieron el fin de semana pasado saben a que me refiero).
-port
-port
martes, agosto 03, 2004
¿Sílabas?
"La estupidez no es mi fuerte"
--Paul Valéry (Monsieur Teste)
En una nota del 2 de agosto, Cristina Rivera Garza cita en su blog unas ocurrencias de Sergio Tellezpon acerca de la importancia de la sílaba tanto en la poesía como en "la prosa". Las observaciones del bloguero citado son triviales; no obstante, el mínimo rigor intelectual exige unas cuantas precisiones. La sílaba no es, como allí se aventura, el núcleo de la palabra. El concepto de lo nuclear supone lo no nuclear; así, en una palabra, ¿con que criterio se determinaría cuál es su sílaba nuclear? ¿o es que todas serían núcleos? Además, el concepto mismo de palabra es evasivo... en fin, pero lo veraderamente ridículo de las notas en cuestión es la absoluta falta de información acerca de lo que significa un fonema, un grafema y una sílaba. El citado bloguero escribe:
"Las sílabas me atrevo a definirlas como nos han dicho que es la familia: el núcleo de la sociedad, es decir, el núcleo de la palabra (fonéticamente una sola letra sigue siendo una Sílaba --be, de, ce, pe, etc; otras de dos sílabas o más: ese, equis, zeta, etc--). De ahí la importancia del verso"
Confunde el fonema /b/, con el grafema que lo representa 'b' y con el nombre de ese grafema "be", y así el resto de los fonemas.
Según esa lógica, la expresión escrita "Ohhhhh" sería un verso endecasílabo, pues sus "letras", como él las llama, tienen un total de once sílabas: o (1 sílaba), hache(dos sílabas).
¿Y si le pusiera signos de exclamación? ¿Cuántas sílabas tiene un signo de excamación? Veamos "signo de exclamación" se forma de ese, i, ge, ene, de, e, e, equis, ce, ele, a, eme, a, ce, i, o, ene; dan un total de 23 sílabas. De este modo, la expresión "¡Ohhhh!", según la teoría métrica de Tellezpon, tiene un total de 57 sílabas (¿hay un nombre para ese verso?). Seguramente de ahí se deduce, como él dice "la importancia del verso".
¿No sería mejor que el bloguero en cuestión en lugar de "atreverse" (ésa es su expresión) a definir sílabas se atreviera a parecerse un poco a los "puristas cuadrados" de alguna facultad de letras?
"La estupidez no es mi fuerte"
--Paul Valéry (Monsieur Teste)
En una nota del 2 de agosto, Cristina Rivera Garza cita en su blog unas ocurrencias de Sergio Tellezpon acerca de la importancia de la sílaba tanto en la poesía como en "la prosa". Las observaciones del bloguero citado son triviales; no obstante, el mínimo rigor intelectual exige unas cuantas precisiones. La sílaba no es, como allí se aventura, el núcleo de la palabra. El concepto de lo nuclear supone lo no nuclear; así, en una palabra, ¿con que criterio se determinaría cuál es su sílaba nuclear? ¿o es que todas serían núcleos? Además, el concepto mismo de palabra es evasivo... en fin, pero lo veraderamente ridículo de las notas en cuestión es la absoluta falta de información acerca de lo que significa un fonema, un grafema y una sílaba. El citado bloguero escribe:
"Las sílabas me atrevo a definirlas como nos han dicho que es la familia: el núcleo de la sociedad, es decir, el núcleo de la palabra (fonéticamente una sola letra sigue siendo una Sílaba --be, de, ce, pe, etc; otras de dos sílabas o más: ese, equis, zeta, etc--). De ahí la importancia del verso"
Confunde el fonema /b/, con el grafema que lo representa 'b' y con el nombre de ese grafema "be", y así el resto de los fonemas.
Según esa lógica, la expresión escrita "Ohhhhh" sería un verso endecasílabo, pues sus "letras", como él las llama, tienen un total de once sílabas: o (1 sílaba), hache(dos sílabas).
¿Y si le pusiera signos de exclamación? ¿Cuántas sílabas tiene un signo de excamación? Veamos "signo de exclamación" se forma de ese, i, ge, ene, de, e, e, equis, ce, ele, a, eme, a, ce, i, o, ene; dan un total de 23 sílabas. De este modo, la expresión "¡Ohhhh!", según la teoría métrica de Tellezpon, tiene un total de 57 sílabas (¿hay un nombre para ese verso?). Seguramente de ahí se deduce, como él dice "la importancia del verso".
¿No sería mejor que el bloguero en cuestión en lugar de "atreverse" (ésa es su expresión) a definir sílabas se atreviera a parecerse un poco a los "puristas cuadrados" de alguna facultad de letras?
miércoles, julio 14, 2004
El siglo XX es de Beckett, de Celan.
Thomas Mann es la nostalgia del XIX.
Broch, la nostalgia de lo eterno, la del verbo pre-encarnado; Joyce, su broma de restauración.
Thomas Mann es la nostalgia del XIX.
Broch, la nostalgia de lo eterno, la del verbo pre-encarnado; Joyce, su broma de restauración.
"Todavía juegan en el patio los perros de caza; pero la caza no se les escapa, por mucho que corra ahora por los bosques"
-Kafka
-Kafka
miércoles, junio 30, 2004
(aquí iban unas líneas sobre el fracaso que supone todo prólogo, pero fracasé)
(pensaba en la idealización que el prologuista ejerce sobre su objeto de estudio)
(el poema siempre dice otra cosa)
(nada que realmente importe)
(pero de la irrealidad del poema nadie se ocupa)
(y sólo ahí, en lo irreal, está el poema)
(pensaba en la idealización que el prologuista ejerce sobre su objeto de estudio)
(el poema siempre dice otra cosa)
(nada que realmente importe)
(pero de la irrealidad del poema nadie se ocupa)
(y sólo ahí, en lo irreal, está el poema)
viernes, junio 18, 2004
Homenajes.
Al aproximarse al recinto donde se le rendiría un homenaje, Sergio Pitol, más que celebrar, parecía representar un ensayo de su ceremonia mortuoria; entre aplausos, entró a la sala como si entrara a un ataúd, y con él los celebrantes.
Al aproximarse al recinto donde se le rendiría un homenaje, Sergio Pitol, más que celebrar, parecía representar un ensayo de su ceremonia mortuoria; entre aplausos, entró a la sala como si entrara a un ataúd, y con él los celebrantes.
jueves, junio 17, 2004
( ) una parte de mí -la única viva, es decir, la única que tiene conciencia de su muerte a cada instante- se alegra ante la constatación de que no tengo nada que decir. Parafraseando a descartes: "Me defraudo, luego existo"
jueves, junio 10, 2004
Baudelaire (me) exime de decir "ser un santo"; salgo de sus palabras curado de esa tentación.
viernes, junio 04, 2004
El único arte cuya producción me interesa aún es aquél que no contenga una sola nota de acompañamiento.
jueves, abril 29, 2004
Deadline... pero no para mí todavía, sino para plan b.
viernes, abril 23, 2004
Cántico cómico
(minifiesto poético-revolucionario)
por: Ernesto Ordinal
Salto la supercuerda
1,2,3 veces,
cúbicamente salto la
supercuerda desde mi supercentro
de gravedad
(está grave la cosa).
Indeterminada (oh, Heisenberg -con permiso de Volpi):
ni corpúsculo ni onda,
ni poesía ni ciencia.
Críticos (tan pendejos):
"uníos en torno a mi!"
(minifiesto poético-revolucionario)
por: Ernesto Ordinal
Salto la supercuerda
1,2,3 veces,
cúbicamente salto la
supercuerda desde mi supercentro
de gravedad
(está grave la cosa).
Indeterminada (oh, Heisenberg -con permiso de Volpi):
ni corpúsculo ni onda,
ni poesía ni ciencia.
Críticos (tan pendejos):
"uníos en torno a mi!"
miércoles, abril 21, 2004
su realismo
supra realismo
super realismo
sobre realismo
hiper realismo
ultra realismo
meta realismo
inter realismo
intra realismo
infra realismo
etc realismo
etc realismo
real realismo
i realismo
irreal realismo
surreal realismo
natural realismo
realismo realismo
etc realismo
etc realismo
(alguien creyó que un prefijo/morfema/preposición sería la escapatoria de lo real?)
(al contrario: cada prefijo le presta su masa semántica al centro del que se pretende huir)
prefijo cualquiera + realismo = OMNIRREALISMO
supra realismo
super realismo
sobre realismo
hiper realismo
ultra realismo
meta realismo
inter realismo
intra realismo
infra realismo
etc realismo
etc realismo
real realismo
i realismo
irreal realismo
surreal realismo
natural realismo
realismo realismo
etc realismo
etc realismo
(alguien creyó que un prefijo/morfema/preposición sería la escapatoria de lo real?)
(al contrario: cada prefijo le presta su masa semántica al centro del que se pretende huir)
prefijo cualquiera + realismo = OMNIRREALISMO
martes, abril 20, 2004
No basta con diseñar estructuras interesantes para hacer poesía contemporánea; el disponer las palabras en forma de verso, o encuadrar los textos, o esparcir las palabras en la página, o usar de manera original los signos de puntuación , o escribir en puras altas, o bajas, cursivas, usar paréntesis, etc, no basta. La estructura lingüstica sostiene la cadena hablada, la cadena fónica, en su bien conocida doble articulación (la sonora y la de forma-significado): a este nivel es a donde tendrían que dirigirse las minas que pretenden explotar las posibilidades poéticas del lenguaje (esta mina, por cierta-falsedad no explota: la metáfora aquí no sirve por común): lo demás es trabajo de diseñadores gráficos, y por elegante o subversivo que pueda aparec/ser, no toca la lengua, mucho menos la trastoca.
viernes, abril 02, 2004
Nietzsche, cuando anunció la muerte de dios, no estaba haciendo filosofía, ni mucho menos teología sino teoría literaria: estaba proclamando, anticipadamente, la muerte del Metanarrador.
viernes, febrero 20, 2004
Saltitos silábicos.
Pues sí, finalmente encontré el apoyo teórico que necesitaba para sostener que el sistema rítmico del español, y por ende, de la poesía escrita en esta lengua, sólo requiere de 2 unidades para explicar el esquema de distribución acentual de cualquier verso. Se trata del "principio de alternancia rítmica", enunciado por Selkirk en 1984; tal principio postula, básicamente, que a cada posición fuerte (sílaba acentuada) debe seguir una débil (sílaba átona), y que no puede haber más dos posiciones débiles consecutivas. En otras palabras, el sistema de pies métricos de Navarro Tomás (1956), que utiliza únicamente pies troqueos y dáctilos para describir el ritmo versal, es correcto. No hay sustento teórico para seguir hablando de ritmo yámbico, ni mucho menos anapéstico o anfibráquico. El mismo concepto de pie métrico, en fonología, descansa en la posibilidad de percibir una prominencia prosódica, o sea, una sílaba acentuada, para poder iniciar a computar el pie. Así es que todos los tratadistas (Lapesa, Carreter, Quilis, Balbín, Alonso, Domínguez Caparrós, entre los más conocidos) que ha sostenido la existencia de ritmos que parten de posición acentual débil, bien podrán, con los pies que les sobran, patearse rítmicamente la región posterior en el infierno.
¿Complacida, Jeringa?
Pues sí, finalmente encontré el apoyo teórico que necesitaba para sostener que el sistema rítmico del español, y por ende, de la poesía escrita en esta lengua, sólo requiere de 2 unidades para explicar el esquema de distribución acentual de cualquier verso. Se trata del "principio de alternancia rítmica", enunciado por Selkirk en 1984; tal principio postula, básicamente, que a cada posición fuerte (sílaba acentuada) debe seguir una débil (sílaba átona), y que no puede haber más dos posiciones débiles consecutivas. En otras palabras, el sistema de pies métricos de Navarro Tomás (1956), que utiliza únicamente pies troqueos y dáctilos para describir el ritmo versal, es correcto. No hay sustento teórico para seguir hablando de ritmo yámbico, ni mucho menos anapéstico o anfibráquico. El mismo concepto de pie métrico, en fonología, descansa en la posibilidad de percibir una prominencia prosódica, o sea, una sílaba acentuada, para poder iniciar a computar el pie. Así es que todos los tratadistas (Lapesa, Carreter, Quilis, Balbín, Alonso, Domínguez Caparrós, entre los más conocidos) que ha sostenido la existencia de ritmos que parten de posición acentual débil, bien podrán, con los pies que les sobran, patearse rítmicamente la región posterior en el infierno.
¿Complacida, Jeringa?
lunes, febrero 09, 2004
La semana que inicia, Juárez será sede del circo feminista "V-week" (o será weak?). Naturalmente, todos los luchadores sociales juarenses, políticos, pintores, poetisos y poetisas, y, en fin, todo el que disponga de suficiente tiempo libre, tratará de colgarse de la foto con Jane Fonda o Sally Field, o ya por lo menos de Marintia Escobedo. Las mujeres que trabajan en la maquila, por supuesto, ni se enterarán de que las andan defendiendo, y más valdría recomendarles que extremaran precauciones durante la semana, pues nada haría más emotivos los discursos, conciertos y entrevistas de sus defensores, que una muertita fresca. Mientras tanto, un tip para dramaturgos en busca de celebridad (o sea, todos): qué tal una obrita como "Los monólogos de la vagina segunda parte: o lo que el pene prefiere callar".
lunes, febrero 02, 2004
No sé si exista una forma de arte donde se mendigue más el aplauso del público que en el ballet clásico; también me parece difícil encontar una más anacrónica. Qué penoso tener que aplaudir cada vez que el bailante en turno se inclina, con una sonrisa inconmovible, para solicitar su dosis de palmadas; lo único que lo supera en patetismo son los mimos y los payasos.
domingo, enero 25, 2004
Comparto la decepción de Heriberto Yépez acerca del hallazgo de agua en marte: tan lejos para encontrar lo mismo. Ese es el problema: una manera de pensar conservadora o colonizadora siempre busca reproducir lo mismo, lo semejante o familiar, y de entrada queda excluido lo diferente. Esa manera de hacer ciencia sólo acepta lo que de antemano está contenido en el sistema.